En pleno mes de febrero el frio seco en Varsovia capital corta la respiración, y la temperatura va descendiendo de forma brusca conforme vamos subiendo a los inmensos, solitarios y salvajes bosques del Norte de Polonia en Bielowiesa, donde aún sobreviven los últimos bisontes Europeos, junto con alces, glotones, lobos y osos.
De Varsobia hacia el sur, predominan grandes praderas alternadas por campos de cutivo, sorprende ver a los corzos pastando en manadas, en ocasiones de hasta mas de 50 individuos.
Alamos, olmos y otras especies de rivera, marcan los linderos de estas grandes parcelas , los cuales son usados por los pigargos Europeos como dormideros comunales, sesteaderos y zonas de atalaya durante la epoca invernal.