Solo sobrevolando Finladia puedes hacerte una idea de la inmensidad de estas tierras; gigantescos bosques de coníferas inundados por miles de lagos, donde tienes que afinar mucho la vista para encontrar alguna cabaña aisladas, en la que aún permanecen fieles a sus costumbres y cultura los descendientes directos de las tribus de los Sami. Un lugar mágico donde aún sobreviven ; Osos, lobos, glotones, urogallos, gallos de lira, alces y un largo etc, de vida autentica y salvaje, un lugar con el que soñar y al cual sin dudas volveré.